En la elaboración de una ilustración científica lo primero es que aunque no conozcas el terreno en el que caminas, debes aprender sobre ello. De dibujar anatomía humana, no queda otra que estudiar bien el cuerpo, pero cuando se relata una patología en la rodilla o un transtorno genético con consecuencia prenatal es muy difícil haberlo estudiado antes.
Para ello lo primero es que el autor del artículo o libro debe haber entregado una copia de su texto para poder tener un idea profunda de como abordar la materia. Es muy interesante cuando el autor no pone problemas en explicar al asunto detalle a detalle. No siempre es así, hay autores que envían a sus asistentes a tratar con la editorial y no se involucran en el proceso gráfico de la edición y complica mucho el trabajo.
En este paso es fundamental saber agradecer cualquier elemento positivo. Un consejo, una explicación, referencia a un artículo previo que trata temas parecidos, un gráfico de otra publicación que gráficamente le interesa al autor… Todo aporta.
Cualquier resultado posterior se debe cuidar al detalle, ya que un pliegue de más, una arteria o vena mal colocada, una apófisis que no corresponde, pueden truncar el objetivo de este trabajo, que es el de ilustrar al que no sabe sobre esta materia para que aprenda correctamente.
Para esto es básico también disponer de material de referencia suficiente, si puede ser incluso, material físico. Esqueletos, articulaciones o prótesis, tornillería o material quirúrgico, referencia fotográfica, que nos ayude a ser perfectamente fieles al modelo real.
Cuando se hace referencia a un modelo óseo, suele ser el de ser humano hombre y caucásico, pero muy a menudo los modelos de plástico suelen provenir de mujeres, de personas de ascendencia mixta y elementos muy neutros. Siempre se busca un modelo que pueda ser ejemplo del mayor espectro posible de población.
La elaboración de esquemas de trabajo requiere muy a menudo de realizar uno mismo la fotografía que pueda servir como modelo, fundamentalmente en caso de sistema circulatorio o linfático. En este caso lo más habitual es acudir a modelos de disección en que se ha estudiado pormenorizadamente cada parte que pueda comprender un segmento de este sistema.
Por tanto, como resumen, para el trabajo de ilustrador científico, lo más importante es ser veraz y para ello hace falta mucha, mucha, mucha documentación y estudio previo.